Canecin: “La Trata de personas es una llaga en el cuerpo de la humanidad contemporánea”
En el marco de la Jornada Nacional de Oración y Reflexión Contra la Trata de Personas, que se celebra en la Argentina este domingo, el Obispo de Goya monseñor Adolfo Canecin, difundió un mensaje del Papa Francisco y animo a la feligresía diocesana a tomar conciencia sobre el valor y respeto de la dignidad humana.
En sus palabras, el obispo animó a tener en cuenta de lo que representa la trata de personas, flagelo considerado como “un crimen contra la humanidad”.
Tomando las palabras del papa Francisco, monseñor Adolfo Canecin consideró que la trata de personas constituye una “violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas”.
El Papa inicio su mensaje señalando las palabras del Señor Jesus: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10).
En esta frase del Evangelio de Juan se resume la misión de Jesucristo: ofrecer a todos los hombres y mujeres de todas las edades la vida en plenitud, de acuerdo con el plan del Padre. El Hijo de Dios se hizo hombre para indicar a todos los seres humanos el camino de la realización de su humanidad, de conformidad con el carácter único e irrepetible de cada uno.
En otro párrafo señalo que: “La trata de seres humanos es una de las manifestaciones más dramáticas de esta mercantilización. En sus múltiples formas, constituye una llaga «en el cuerpo de la humanidad contemporánea», una llaga profunda en la humanidad de quienes la padecen y de quienes la llevan a cabo. La trata, en efecto, desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y su dignidad. Pero, al mismo tiempo, deshumaniza a quienes la llevan a cabo, negándoles el acceso a la “vida en abundancia”. La trata, en fin, daña gravemente a la humanidad en su conjunto, destrozando a la familia humana y también el Cuerpo de Cristo.
La trata, como decíamos, constituye una violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensiones constitutivas del ser humano deseado y creado por Dios, por lo que debe considerarse un crimen de lesa humanidad.
Los que se manchan de este crimen causan daños no solo a los demás, sino también a ellos mismos. Efectivamente, cada uno de nosotros está creado para amar y cuidar a los demás.
Más adelante afirmo que: “Por lo tanto, toda elección contraria a la realización del proyecto de Dios sobre nosotros” es una traición a nuestra humanidad y una renuncia a la “vida en abundancia” ofrecida por Jesucristo. Es bajar los peldaños de la escalera, volverse animales.
Mucho se ha hecho y se está haciendo, pero queda mucho por hacer. Ante un fenómeno tan complejo como oscuro, como la trata de seres humanos, es esencial asegurar la coordinación de las diversas iniciativas pastorales, tanto a nivel local como internacional.
El Papa agradeció de “todo corazón” lo que hacén en nombre de muchos de nuestros hermanos y hermanas, víctimas inocentes de la mercantilización de la persona humana, digamos la palabra sin vergüenza, “mercantilización de la persona humana”.
Animo a perseverar en esta misión, a menudo arriesgado y anónimo. Es arriesgada, pero hay que seguir adelante. Es anónima pero precisamente por eso, prueba irrefutable de vuestra gratuidad
“A través de la intercesión de Santa Josefina Bakhita, reducida a la esclavitud de niña, vendida y comprada, pero luego liberada y “florecida” en plenitud como hija de Dios, rezo por ustedes, invoco abundantes bendiciones para todos y para aquellos que están comprometidos en la lucha contra la trata” culmino.-
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Enviado por:OFICINA DE PRENSA OBISPADO DE GOYAVisite: www.obispadodegoya.org.arEmail: prensaobispadodegoya@gmail.com