Aislamiento y pobreza: “Es complicado decirle a alguien que tiene que hacer cuarentena entre cuatro chapas”
JUEVES 2 DE ABRIL DE 2020 10:41
El equipo de Cada Mañana dialogó con Rodrigo Zarazaga, sacerdote jesuita y licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de California, al respecto del avance del coronavirus en los barrios más carenciados del conurbano bonaerense.
El ministro de Salud, Ginés González García, aseguró este miércoles que están “trabajando todos juntos” expertos, funcionarios y gobernantes para buscar “alternativas” para la situación del conurbano bonaerense, donde se encuentran los “grupos más vulnerables”, con “mayor pobreza” y con más dificultades para que se cumpla el aislamiento social preventivo y obligatorio que rige para morigerar el efecto del coronavirus.
Por tal motivo, el equipo de Cada Mañana dialogó con el politólogo, docente y sacerdote jesuita Rodrigo Zaraga, quien es conocer de lo que sucede en el día a día del sector más castigado del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Zarazaga es director del CIAS, sacerdote jesuita, doctor en Ciencias Políticas por la University of California, Berkeley, Post Doc por la University of Notre Dame, licenciado en Filosofía y en Teología.
El jesuita consideró que existen “exageraciones” respecto a cómo se ve el conurbano: “Indudablemente el conurbano tiene notables déficits estructurales, en el conurbano hay más de 1200 villas y asentamientos. Abarca más del 50% de todos los pobres del país. Obviamente una pandemia de estas, una crisis de estas que nos golpea a todos en un lugar que tiene serios déficits estructurales se siente como en ningún otro lugar”.
“Cuando uno escucha opiniones pareciera que la gente hace caso omiso de la cuarentena, que sigue la vida normal y que estamos al borde permanente que estalle. Las personas somos iguales, ricos y pobres, en querer vivir”, aseguró Zarazaga ante una serie de rumores que indicaban que el aislamiento no estaría cumpliéndose en esa zona.
Para el sacerdote “la gente ha recibido el mensaje, quiere cuidarse, tiene miedo, y cumple dentro de los condicionamientos estructurales que le impone la realidad hasta donde puede”.
“Uno tiene en la zona sur hasta cuatro personas por habitación, hogares que superan los cinco. Puede ser complicado decirle a un grupo de personas que tiene que estar entre cuatro chapas durante toda la cuarentena. En las villas y los asentamientos la vida es muy en los pasillos, es muy afuera”, describió con conocimiento de causa el egresado de la Universidad de California.
En tal sentido, remarcó: “El condicionamiento estructural impone condiciones en cómo se vive la cuarentena. Nosotros podemos pasarle escuchando radio, viendo Netflix y hasta abriendo una botella de vino. Otra es cuando no se tiene agua potable y se está sacando el último arroz de la alacena”.
Asimismo, el sacerdote reveló que han “lanzado una campaña en asociación con todas las iglesias y la AMIA, una colecta que se llama “Seamos uno”, que busca llegar a un millón de hogares”.
“Necesitamos que la gente del conurbano, que la gente de villas y asentamientos se cuide”, aseguró el sacerdote jesuita y agregó: “Es importante que no empujemos a la gente a la desesperación, que los argentinos frenemos frente al abismo. Es posible porque todos queremos cuidarnos”.
El referente parroquial afirmó que en esta “primera ronda” se encuentran “apelando al sector privado y a empresas del sector alimenticio para crear estas cajas” y que quienes quieran colaborar lo pueden hacer escribiendo a la casilla de mail seamosunodonaciones@gmail.com.