Distanciamiento y devoción, marco único en Goya para honrar a la Virgen del Rosario
Sillas para los fieles, el escenario y las calles alrededor de la catedral dejaron postales propias de estos tiempos, en la segunda ciudad de la provincia.8 de Octubre, 2020
Desde sus lugares, para rendir homenaje a la patrona. Goya vivió ayer una jornada festiva en el día de la Virgen del Rosario, festividad que tuvo aditamentos nunca antes vistos para adecuar una celebración tradicionalmente multitudinaria a la situación sanitaria que se vive en la actualidad por el coronavirus.
Un megaoperativo dispuesto por la Municipalidad de Goya para la misa central dejó postales únicas, como las sillas ubicadas con distanciamiento para los fieles que pudieron participar con invitación.
Los alrededores de la catedral local también formaron parte de esta atípica celebración patronal, con calles valladas y puestos denominados “burbujas” para concretar los procedimientos sanitarios protocolares.
Con ese marco, apenas después de las 19, comenzó la invocación religiosa presidida por monseñor Adolfo Canecín, obispo de la diócesis de Goya desde un escenario espacialmente montado para la oportunidad en una de las arterias linderas a la catedral local.
Las calles fueron el espacio adecuado para los fieles que ocuparon, en forma ordenada y numerada, los lugares que se les habían asignado previamente como invitados a la ceremonia religiosa. De ese modo, el pueblo goyano, de manera presencial, pudo expresar la devoción y el amor a la patrona de la ciudad, destacándose el dispositivo desplegado por la Municipalidad, con un cumplimiento estricto de las medidas dispuestas.
En el momento de la oración, el celebrante se hizo un fuerte llamado a la misericordia y bondad de Dios “para que caigan abundantes lluvias como bendición para la tierra y que los científicos puedan descubrir la vacuna en este presente para combatir este virus y que aprendamos a erradicar las pandemias nacidas del corazón humano”.
Homilía
En su prédica, Canecín invitó a todos los presentes en la misa y a los que de manera virtual celebraron esta liturgia a poner “la mirada en María, de una triple forma, con una mirada al pasado, al presente apasionadamente en el aquí y ahora y en el futuro con esperanza como ella supo hacerlo desde aquel anuncio, ante estos desafíos inéditos, generar respuestas inéditas, como en este tiempo que estamos transitando”.
En una parte de su explicación, el obispo, alentado por la Encíclica, de reciente firma del papa Francisco, Fratelli Tutti, instó a “ser hermano de cada ser humano, cuidadores de nuestra casa común de nuestro planeta. Dejar en mejores condiciones para los que vienen”.