Fin de una odisea para madre e hijo esquinenses
Érika y su hijo partieron a la provincia de San Luis antes de la cuarentena.
Después de 7 meses y de quedarse sola con su hijo de 3 años a 2.400 km, pudo volver y reencontrarse con su familia. Érika Yanina Giménez y Diego Fabricio regresaron a Esquina el último domingo, en un viaje de “repatriación” que fue posible gracias al gobernador Gustavo Valdés y autoridades de la provincia de San Luis, donde Érika había ido a trabajar antes de la cuarentena.
La joven, de 34 años, partió hacia el sur junto con su nene y su concubino para trabajar en una estancia de la localidad de San Martín, en el departamento de Paso Grande, en San Luis. El hombre murió y ella y el pequeño Diego se quedaron solos.
Desde ese momento, Érika vivió una auténtica odisea para poder volver a Esquina, en tiempos en que los viajes se suspendieron por la emergencia sanitaria decretada en todo el país por la pandemia del coronavirus.
Operativo regreso
Su madre, Ramona García, también la vivió a 2.400 km. “El 3 de septiembre de 2020 decidimos, a raíz de la falta de respuestas y de ver la imposibilidad de concretar una solución, elevar una nota al señor gobernador para contarle la situación de Érika y su hijo.
Inmediatamente, obtuvimos respuesta”, contó el viceintendente de Esquina, Carlos Oviedo.
“Desde la notificación de la nota vía WhatsApp empezó a ser posible la repatriación de Érika y de Diego”, dijo Oviedo, que agradeció a Valdés y al ministro de Coordinación, Horacio Ortega, y el asesor Daniel Tello por las gestiones para que Érika pudiera volver a Corrientes.
“A pesar de todo ello, el objetivo finalmente con felicidad se ha cumplido”, celebró. Érika pudo volver.