Funeral del Papa Francisco: más de 250.000 personas, líderes mundiales y familiares lo despiden en la plaza de San Pedro
150 jefes de Estado, 10 monarcas, algunos de sus familiares y más de 250.000 personas, despiden al Papa Francisco.
Este sábado, desde las 5 de la mañana (hora argentina) comenzó el funeral del Papa Francisco en la Plaza San Pedro con la presencia de unos 150 jefes de Estado, 10 monarcas, algunos de sus familiares y más de 250.000 personas.
“Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado domingo, solemnidad de Pascua, cuando el Papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud, quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro y luego bajó a esta plaza para saludar desde el papamóvil descubierto a toda la gran multitud reunida para la Misa de Pascua”, expresó en su homilía el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, quien presidió la misa de exequias solemne.
“A pesar de su fragilidad y sufrimiento final, el Papa Francisco eligió recorrer este camino de entrega hasta el último día de su vida terrenal. Siguió las huellas de su Señor, el buen Pastor, que amó a sus ovejas hasta dar por ellas su propia vida. Y lo hizo con fuerza y serenidad, cercano a su rebaño, la Iglesia de Dios”, agregó el cardenal Re.
Líderes mundiales de todo el mundo llegaron a la plaza de San Pedro con helicópteros dando vueltas en el cielo, vallas, un operativo de seguridad con más de 11.000 agentes para proteger a las más de 150 delegaciones.
A su vez, miles de fanáticos con sus bolsas de dormir se quedaron en iglesias cercanas a la zona del Vaticano, para ser los primeros en las filas para ingresar a la Plaza, que se abrió a las 5.30 (hora argentina).
Las instrucciones del Papa Francisco sobre su funeral
En el ocaso de su vida, el sumo pontífice pidió descansar en la Basílica Santa María la Mayor. fiel a lo que predicó durante todo su papado, pidió que su sepulcro sea “en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Francisco”.
En el comienzo de sus últimos deseos antes de morir, manifestó: “Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena y con viva esperanza en la vida eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria solo en cuanto al lugar de mi sepultura”.
Francisco concluyó: “Los gastos para la preparación de mi sepultura serán cubiertos por la suma bienhechora que he dispuesto, que se transferirá a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y de la que he dado las oportunas instrucciones apropiadas al Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo de Liberia”.