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Habló Julia, la mujer que descubrió a Germán Kiczka

 

Habló Julia, la mujer que descubrió a Germán Kiczka

 

La vecina de Loreto que alertó a la policía sobre la presencia del diputado acusado de pedofilia contó detalles del momento en que se dio cuenta de quién se trataba.

En medio de la conmoción por la detención de Germán Kiczka, el diputado de Misiones acusado de pedofilia, habló Julia, la señora que alertó a la Policía de su presencia en Corrientes. “Estuve con él hablando, y después, como yo no tengo luz acá, vivo sin luz, entonces miro las noticias en mi celu. Y me encontré con esta cara que era el señor, entonces me asusté, casi me agarra un infarto, estuve un buen rato medio inconsciente”, arrancó la vecina de Loreto, en diálogo con el canal 9 de Resistencia, que fue reproducido por la pantalla de TN.

Me paré como para agarrar fuerzas, y dije yo voy a ir, porque como tengo el autito, me fui. Llamé primero, llamé a la policía y les dije si me podían llevar, que me sentía mal. Y les dije yo necesito que me acompañen desde la puerta de mi casa hasta la camioneta, y me vinieron a buscar anoche”, siguió con su relato.

“Llegué ahí a la comisaria y me dijo el comisario ¿usted está segura que es la misma persona ésta?, y le digo sí. Y ahí vio, se dio cuenta. Estuvo desde el jueves, jueves o viernes que llovió, que hubo un tormentón, desde ese día estuvo él acá. Y él se sentaba a 100 metros, conversaba conmigo como cualquier persona, tranquilamente, continuó.

Acá nunca vino, pasaba por allá, ‘hola Doña Julia’, y qué sé yo, desde que nos conocimos. Y le digo che Germán, porque se me presentó el día que lo conocí, qué necesitas, perdóname que te tutee así, y me dice no, no pasa nada. Y entonces yo le dije mirá, si vos necesitas algo, yo soy un humano, yo vivo sola en mi casa, si vos necesitás te traigo algunas cositas, alguna comidita”, profundizó.

“Y me dijo no, no, tranquila nomás, estoy un poco caído, me siento triste, vine por unos días para hacer un retiro espiritual, me dice. Ah, bueno, me parece que te va a hacer muy bien, le digo, y de paso yo te voy a ayudar. Me dio muchas gracias, y me dolió mucho. Y todos los días hablábamos, le decía Germán, andá contándome, a ver si yo te puedo ayudar, y esas cosas, porque yo le vi dolido, concluyó.

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