
Monseñor Faifer: ¡Qué bueno, peregrinos de esperanza, con Jesús Resucitado cambiando la historia!
El obispo emérito de la Diócesis de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faifer, hizo llegar su mensaje pascual, saludando a toda la feligresía de ésta Diócesis. En este Año Jubilar de la Esperanza al que invita el Papa Francisco, el obispo invitó a renovar la confianza en el Señor. El obispo emérito actualmente reside en el Cottolengo Don Orione, en Claypole, Buenos Aires hizo llegar su mensaje pascual, saludando a toda la feligresía de ésta Diócesis.
En este Año Jubilar de la Esperanza al que invita el Papa Francisco, el obispo invitó a renovar la confianza en el Señor.
A continuación el texto completo de la carta pastoral:
Hermanos y hermanas:
1. "¡No está aquí, ha resucitado” (Lc.24,6) “¡Aleluya, Cristo resucitó” !, es el grito conmovedor de la Pascua.
La resurrección de Jesús es la verdad central de nuestra fe cristiana. Verdad que nos llena de alegría, fortaleza y esperanza.
Hoy, Jesús Resucitado viene a nuestro encuentro. Nos muestra sus manos y su costado, donde brillan sus llagas gloriosas, que nos recuerdan su amor extremo por nosotros. Nos postramos, lo adoramos, le damos gracias, lo felicitamos por su victoria que es también para nosotros. Él nos saluda diciendo: ¡La paz con ustedes! "No teman, yo soy el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre" (Apoc.1,17-18)
2. Porque creemos en Él y confiamos en sus promesas, tenemos esperanza, miramos hacia adelante, tenemos un futuro. Sabemos que nuestra vida no termina en el vacío…
"Esta Esperanza que nosotros tenemos, es como un ancla del alma, sólida y firme” (Heb.6,19), que penetra en el cielo, donde Jesús Resucitado entró por nosotros y nos espera para colmar nuestra esperanza. Allí, ya resucitados y para siempre en comunión de amor con Dios-Amor, tendremos la felicidad verdadera y plena. Allí, está la anhelada meta de nuestra peregrinación terrena: el Reino de los cielos y la Vida Eterna.
Aferrados a la cuerda de la esperanza, tenemos la certeza de alcanzarla, solo con la condición de permanecer en el amor de Cristo (Jn.6,40). ¡Qué bueno, peregrinos de esperanza hacia la Casa del Padre, la meta prometida!
3. El dinamismo de la esperanza cristiana ciertamente nos eleva hacia el cielo; pero también, nos sumerge cotidianamente en la compleja historia de nuestro tiempo para transformarla con la fuerza de la Resurrección. ¡El combate es arduo y crucificante, pero la victoria es segura porque Cristo Resucitado está con nosotros!
Ante tanta complejidad y desafíos, a los desalentados que no visualizan ninguna salida, la Iglesia del Resucitado ofrece la certeza de que el hombre nuevo y el mundo nuevo son posibles.
Entonces, nuestra esperanza se hace presencia sabia y compromiso valiente y perseverante; con coherencia, coraje y creatividad; comunidades que asumen y viven los valores evangélicos, gritando las Bienaventuranzas con la vida y convencidas que solo el amor salvará al mundo.
¡Qué bueno, peregrinos de esperanza, con Jesús Resucitado cambiando la historia!
4. Queridos hermanos y hermanas, para cada uno de ustedes y sus familias vaya mi más cálido y afectuoso saludo de Pascua. Renovados en la Esperanza que no defrauda, una historia nueva de fraternidad y paz es posible porque Cristo resucitó.
Con nuestro querido Papa Francisco concluyo mi saludo diciéndoles: “La resurrección del Señor ya ha penetrado la trama oculta de esta historia, porque Jesús no ha resucitado en vano. ¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva!” (E.G 278) i- En nuestra peregrinación de esperanza, nos acompaña, nos cuida y alienta la Madre del Señor Resucitado.
¡Feliz y bella Pascua colmada de Esperanza!
Reciban mi abrazo y bendición.
Mons. Ricardo O. Faifer
Obispo emerito de Goya
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Enviado por:OFICINA DE PRENSA OBISPADO DE GOYAVisite: www.obispadodegoya.org.arEmail: [email protected]