El presidente Javier Milei fue investigado por la Oficina Anticorrupción tras haber promocionado públicamente la criptomoneda $LIBRA en sus redes sociales. La difusión generó un fuerte revuelo político y jurídico, con acusaciones sobre posibles conflictos de intereses y reclamos de la oposición. Sin embargo, el organismo resolvió que el mandatario no incurrió en ninguna infracción a la Ley de Ética Pública.
Qué dijo la Oficina Anticorrupción
La Oficina Anticorrupción sostuvo que no existen elementos para suponer que Javier Milei haya cometido un delito ni que haya utilizado su cargo público para favorecer el proyecto cripto. El dictamen aclara que la publicación fue realizada desde su cuenta personal en la red social X, sin utilizar recursos oficiales ni canales institucionales del Estado.
También se resolvió no atribuirle responsabilidades a Sergio Morales, exasesor de la Comisión Nacional de Valores, quien había sido mencionado por su posible vínculo con la difusión del proyecto. El organismo indicó que no se encontró evidencia que lo vincule a gestiones u operaciones relacionadas con $LIBRA. Por lo tanto, ambos quedaron desligados formalmente del caso.
Además, la OA remarcó que no se comprobó que Milei haya recibido beneficios económicos por la mención, y que el solo hecho de referirse a una criptomoneda no configura delito si no se demuestra uso indebido del cargo. Con esto, la investigación quedó cerrada por parte del organismo.
El trasfondo del caso LIBRA
El conflicto surgió meses atrás, cuando Milei compartió en sus redes un mensaje celebrando la creación de $LIBRA, una criptomoneda que rápidamente subió de valor tras su respaldo. Más tarde, su cotización cayó abruptamente, lo que provocó pérdidas económicas en varios inversores minoristas.
A pesar del fallo de la OA, la polémica no se disipa del todo. El proyecto LIBRA sigue bajo la lupa en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, donde también se investiga el movimiento financiero vinculado a sus fundadores. Por ahora, la resolución local permite a Milei despegarse del caso, al menos en términos administrativos.