En una reacción inmediata, Irán lanzó cientos de misiles balísticos en dirección a suelo israelí, según informó la agencia oficial IRNA.
La ofensiva fue interpretada como una represalia directa y marca un nuevo punto de inflexión en el creciente conflicto entre ambos países.
Los sistemas de defensa israelíes fueron activados de forma urgente. En Jerusalén, sonaron las sirenas antiaéreas y al menos una explosión fue registrada por periodistas de la agencia AFP en el corazón de la ciudad.
Aunque no se confirmó oficialmente el número de misiles que alcanzaron su destino, fuentes de seguridad aseguraron que varias zonas del país se encontraban en estado de máxima alerta.
En un encendido discurso transmitido por la televisión estatal, el líder supremo iraní, Ali Khamenei, se refirió al ataque israelí como un “crimen” y prometió una respuesta firme.
“Las fuerzas armadas iraníes actuarán con fuerza y empobrecerán al régimen sionista”, advirtió. Khamenei fue categórico al asegurar que Israel no quedará impune: “El régimen sionista no saldrá ileso de este crimen. El pueblo iraní puede estar seguro de que no habrá tregua en este asunto”, afirmó.
Las declaraciones del líder religioso y político iraní reflejan un clima de máxima tensión regional, en medio de llamados internacionales a la contención.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro acelerado de la situación entre ambos países.