Este jueves 7 de agosto se celebró la misa especial por el Día de San Cayetano, presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien brindó un fuerte mensaje de aliento para los trabajadores.
“El pan no se niega y el trabajo no se mendiga. Pan y trabajo no es una consigna, es el grito de una madre con la heladera vacía; es el suspiro de un padre que se guarda las lágrimas; es una oración que ya no dice en voz alta para no quebrarse del todo”, expresó el arzobispo durante la homilía.
En medio de la ceremonia, también elevó una plegaria a San Cayetano para pedir por la unidad de los argentinos. “Le rogamos a nuestro santo patrono que podamos recapacitar como ese hijo de la parábola, salir del chiquero de las descalificaciones y del odio, ponernos de pie y animarnos a dar el paso hacia la reconciliación entre los argentinos.”
Este jueves se conmemora San Cayetano, el santo del pan y del trabajo, y por eso,cientos de fieles se agruparon en las afueras del santuario que se encuentra en el barrio de Liniers para no perder tiempo a la hora de hacer fila e ingresar a orarle al patrono.
La gente que se acercó formó largas filas acampando en el lugar, donde pasarán la noche hasta que la iglesia abra. “Hace más de 50 años que vengo cada 7 de agosto a pedirle. Lo hago por salud, por trabajo, por mis nietos, mis hijos y mis yernos. Él siempre cumple, mucha fe le tenemos“, confesó una mujer.
En esa línea, otra persona relató que hace más de 30 años que se acerca cada vez que llega la fecha para darles las gracias por haber sobrepasado un cuadro de salud de gravedad. “Le pedí tanto a San Cayetano que me dé fuerzas para estar acá y aquí estoy presente con mi esposo”, explicó.