SORPRENDENTES RESULTADOS
El médico que dejó de bañarse: un experimento de ocho años
James Hamblin, médico de Yale, dejó de ducharse por ocho años para investigar cómo afecta la higiene mínima al cuerpo.
James Hamblin decidió en 2015 dejar de ducharse para explorar los efectos de la higiene mínima en la salud. Foto InfobaeMow PlayerReproducirAtrasar 10sAdelantar 10s00:0000:0000:00
James Hamblin, un médico de Yale, decidió en 2015 dejar de ducharse para explorar los efectos de la higiene mínima en la salud. Su curiosidad científica lo llevó a esta decisión poco convencional, buscando entender cómo los productos de higiene afectan nuestra piel y bienestar. Hamblin notó que al reducir el uso de estos productos, su cuerpo ajustó la producción de aceites naturales, estabilizando su microbioma cutáneo y eliminando malos olores.
En su libro “Clean: The new science of skin and the beauty of doing less”, Hamblin detalla cómo su piel se adaptó y dejó de volverse grasosa, logrando un equilibrio natural. Argumenta que el olor corporal proviene del desequilibrio microbiano causado por los productos de higiene modernos. Su transición fue gradual, permitiendo que su cuerpo se adaptara lentamente a la reducción de duchas y productos de cuidado personal.
Hamblin defiende que ducharse menos puede ser beneficioso para la piel, sugiriendo que el exceso de higiene no es necesario para mantener un equilibrio saludable. Además, destaca que la higiene personal puede mantenerse con prácticas mínimas, como lavarse las manos y enjuagarse con agua cuando es necesario, sin necesidad de productos agresivos.
Su experiencia cuestiona las normas actuales de higiene y propone una reflexión sobre la relación entre limpieza y salud, sugiriendo que menos puede ser más cuando se trata del cuidado de la piel.
Con información de Infobae