40º ANIVERSARIO DE LA PASCUA DEL PRIMER OBISPO DE LA DIÓCESIS DE GOYA MONSEÑOR ALBERTO DEVOTO
El Intendente Mariano Hormaechea participó del Oficio Religioso realizado en la Iglesia Catedral de nuestra ciudad.
La misa fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Goya Monseñor Adolfo Canecin, concelebrada con Ariel Giménez, Párroco de Nuestra Señora del Rosario (Iglesia Catedral).
De la ceremonia donde se evocó la memoria del Apóstol de los pobres, en su 40º aniversario de su partida participaron familiares de Monseñor Alberto Devoto, Alberto Buchanan y su hija Roxana, Sofía Devoto (Sobrina de Alberto Devoto), el Secretario de Gobierno de la Municipalidad Pablo Fernández y feligreses en general.
Durante la celebración religiosa, se leyeron los mensajes de los obispos Faifer y Stockler sucesores de Monseñor Devoto:
En el aniversario de su Pascua
Con motivo del 40 Aniversario de la Pascua del primer Obispo de Goya, Mons. Alberto Devoto, saludo a los hermanos y las hermanas de esta querida diócesis y a su pastor Adolfo Canecin.
El Señor, en su bondad, ha permitido llegar a este momento y agradecer lo que el Padre Alberto ha dejado por su vida ejemplar en nuestra memoria.
Yo mismo descubrí su enseñanza a través de ustedes, sobre todo lo que es asumir la misión de ser obispo.
A él los encomiendo hoy en la evangelización de sus comunidades y también en sus necesidades personales, ya que la comunión de los santos, desde nuestra Pascua, nos hace más cercanos.
Unidos a ustedes en la celebración de la Eucaristía del Aniversario, los abrazo con todo mi afecto en Cristo y su Madre de Itatí.
Luis T. Stöckler
Obispo emérito de Quilmes
MONSEÑOR FAIFER
1) Hoy, 28 de julio, recordamos a nuestro primer Obispo Mons. Alberto Pascual Devoto, en el 40 aniversario de su Pascua.
2) Sin conocerlo personalmente, pero sí por testimonios y escritos, me atrevo a proponer un listado, ciertamente incompleto, de algunas palabras que sugieren los
rasgos sobresalientes de su rico magisterio y de su comprometido ministerio episcopal en nuestra diócesis de Goya.
3) Consigno, entonces, esas palabras inspiradoras: Concilio Vaticano II; primacía de la Palabra de Dios; Misterio Pascual; Iglesia, Pueblo de Dios; Laicos;
Liturgia; Inculturación; Piedad popular; Catequesis; Formación de seminaristas y de docentes; Obispo, Sacerdotes y Religiosos/as servidores del Pueblo de Dios; Obispos
del NEA y Pastoral de conjunto; Monjas contemplativas; Visitas y Cartas Pastorales.
Desfilan los campesinos y las Ligas Agrarias; los pobres, los inundados, los discapacitados, los perseguidos por el poder militar, los desaparecidos y sus familias….
4) Cada palabra de este listado nos orienta hacia algún aspecto del perfil pastoral
de Mons. Devoto en la realidad histórica de nuestra Diócesis. Aspectos que sintetizó en dos: Primero, fue un pastor del Concilio Vaticano II, en el que participó activamente. Luego, en su servicio, condujo con fidelidad a su magisterio y fue ejecutor entusiasta de las reformas propuestas.
Segundo, fue un Pastor sencillo y cercano, que supo escuchar al Espíritu Santo en la realidad de su pueblo, en sus urgencias y necesidades, en su sufrimiento. Hizo opción
preferencial por los pobres y vivió pobremente.
5) Nuestra memoria quiere ser agradecida... Agradecemos a la Santísima Trinidad y a San Juan XXIII por habernos regalado a nuestro primer Obispo Alberto
Pascual Devoto. Unidos a él, en la comunión de los santos, le agradecemos su entrega generosa y pedimos que interceda por nuestra iglesia diocesana para que sepa discernir los caminos del Espíritu Santo en el presente de nuestra historia y, caminemos juntos, en una iglesia sencilla y ministerial.
¡Monseñor Alberto Pascual, siempre estarás con nosotros!
¡Gracias! ¡Bendícenos!
RICARDO FAIFER
Obispo emérito de Goya
El Obispo Adolfo Canecin, invitó a los familiares, autoridades municipales y a la feligresía toda que la vida y obra de Monseñor Devoto sea un motivo de inspiración y modelo de respuesta a las necesidades basados en los valores evangélicos y sea un faro en este pedido de Justicia.
De esta manera Goya recordó a su primer pastor diocesano.
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